El año que descubrimos los rincones de nuestra casa

En este 2020, algunos se han encontrado a sí mismos, otros se han sorprendido por sus habilidades para cocinar, pero –ante la necesidad de pasar mayor tiempo en casa- casi todos hemos descubierto que nuestros hogares tienen rincones poco explorados, atractivos espacios desaprovechados y otros que francamente requieren de algún cambio para darles nueva vida.

Al respecto, algunos de los arquitectos, interioristas y diseñadores de mobiliario que participaron en la reciente edición de Design House 2020 –sonorizada completamente con bocinas del sistema Sonos- nos comparten algunas ideas para crear nuevas áreas híbridas en las que podamos combinar actividades como el descanso, meditación o lectura, con el trabajo remoto o la escuela desde casa.  

Un nuevo espacio es una nueva experiencia  

Antes de elegir el mobiliario o los accesorios para crear o mejorar un espacio, Naim Farcug, arquitecto responsable de la difusión del Estudio de Diseño de Ricardo Casas, recomienda seguir la estrategia que utiliza su equipo creativo. “Buscamos que nuestros proyectos ofrezcan una experiencia para el usuario y para ello nos basamos en tres universos fundamentales: la paleta de color, las tonalidades de iluminación y los elementos sensoriales como el sonido o los aromas”, comenta Naim.

“Y justo en Design House, utilizamos esos tres básicos para demostrar que cualquier espacio, por pequeño que sea, se puede transformar para crear un lugar dedicado al goce de una actividad tan personal como la lectura”.

En este ejemplo, el diseñador Ricardo Casas se inspiró en un color amarillo intenso para dar un carácter vibrante a su sala de lectura, alejándose del tradicional concepto de una biblioteca sombría. Pensando en la experiencia deseada, la pequeña sala se complementa con la luminosa obra pictórica de la artista mexicana Beatriz Morales y una pieza icónica creada por Ricardo, el biombo “Trama”, que hace homenaje a los textiles mexicanos. El ingrediente sensorial viene de la música reproducida a través de una bocina Sonos Move, en color black shadow, que contrasta con el amarillo que domina las paredes. 

Un jardín mínimo florece con música e iluminación

“A partir de las circunstancias actuales, la relación de las personas con los espacios se ha modificado y el jardín ha adquirido una significancia totalmente nueva”, explica Fernanda Rionda, directora de Jardín Sustentable, despacho dedicado a los espacios verdes. “Si no contamos con uno, podemos aprovechar cualquier balcón, terraza o inclusive un área interior para crear un jardín mínimo si usamos una combinación de diez o quince especies de plantas pequeñas”.

Fernanda sugiere investigar sobre pequeñas especies vegetales, hacerse de una buena jardinera y atreverse a romper la frontera entre el espacio interior y el exterior. Para ello, será importante agregar diversas fuentes de iluminación – natural y artificial-, un gran espejo para generar una sensación de mayor amplitud y un sistema de sonido que nos ayuden a modificar el ambiente de acuerdo al tipo de actividades a realizar.

En Design House, Fernanda, en conjunto con el despacho López Duplán, presentaron una propuesta de espacio en la que no había límite entre el interior de una sala de estar y el exterior de un jardín mínimo. “Utilizamos una bocina portátil Sonos Move para establecer ambientes. Desde música, hasta el sonido del canto de pájaros u otros elementos de la naturaleza, nos permitieron modificar la sensación de quienes nos visitaron durante el evento”, agrega Fernanda. 

No olvidar las conexiones

“La pausa obligada de la pandemia nos dio la oportunidad de reflexionar sobre el papel de la arquitectura”, explica Verónica González Zavala, líder de VGZ Arquitectura. “En nuestro caso comprendimos el valor de las redes que generan las conexiones entre las personas”, agrega.

Con esta idea en mente, de la mano del taller de diseño y producción textil Caralarga, el equipo de Verónica presentó una experiencia de inmersión sensorial en la que una pieza artesanal de hilos de algodón –complementada por un diseño de iluminación y audio- expresa las múltiples conexiones del ser humano, tanto con sus pares como con los diversos elementos de la naturaleza que lo rodean.

Podemos tomar este concepto y hacer nuestra propia versión en casa, dedicando un pequeño rincón a las conexiones, presentes o futuras, que nos definen como personas. Basta con elegir los elementos que las simbolicen y darle forma a este espacio sensorial en el que dediquemos un tiempo a la reflexión. Usar esencias aromáticas para re-conectar a través del olfato, fotografías para la vista, objetos para el tacto y por supuesto agregar sonidos o música, tal como lo hizo VGZ Arquitectura al elegir una bocina Move para sonorizar su propuesta.

En una línea similar, Andrés Lozano plantea transformar ese encierro auto-generado en una experiencia estimulante. El fundador de Andrés Lozano Taller sugiere “pensar que los lugares que habitamos son ambientes, y no simples espacios a ocupar”, y para ello nos invita a convertirnos en los curadores de nuestras propias experiencias, poniendo especial énfasis en la relación del humano con los elementos naturales –como aire o luz solar- al momento de pensar en diseño y arquitectura.

El joven diseñador mexicano nos invita a atrevernos a usar los diferentes elementos disponibles en casa para concebir ambientes que despierten la creatividad. Así lo hizo en Design House, en conjunto con Sofía Rivera, al transformar la idea de una sala de cine en casa –equipada con mobiliario e iluminación especial y un sistema de audio 5.1 de Sonos- en un ambiente sensorial dedicado a la contemplación.

Una pieza de mobiliario puede hacer la diferencia

“La pandemia ha modificado la relación que tenemos con nuestros espacios y los objetos que usamos en ellos”, afirma Sebastián Ángeles, socio fundador de Dórica, una nueva empresa mexicana de diseño de mobiliario. “Ahora las personas están habitando sus espacios, no solo usan sus casas como un lugar para dormir”, continúa Sebastián.

“Hemos visto un cambio. El día de hoy, las personas se preocupan por buscar muebles funcionales, pero que también sean estéticos y transmitan un concepto. Una silla o una mesa son parte de la experiencia del usuario, tanto en un restaurante como en su propia casa”, añade Sergio Morales, también socio fundador de Dórica.

Los creativos de Dórica recomiendan buscar piezas de mobiliario que se relacionen con las sensaciones que nos agradan, como el disfrutar de la música. Por ejemplo, ellos crearon la colección Pentagrama, inspirada en las notas y símbolos de una partitura musical. Una de sus piezas, el sillón Corchea, marcó el ritmo de su espacio en Design House, y sus suaves formas hicieron un buen dueto con las líneas estilizadas de la bocina Sonos Five que sonorizó su propuesta.  

Si en algo concuerdan los participantes de Design House, es que este 2020 les ha obligado a replantear la manera de abordar sus proyectos. Todos coinciden en que el ser humano debe ser el punto de partida para crear o transformar un espacio. Pensar en nosotros y quienes nos rodean, antes de comprar un sillón que combine con el color del muro, pero no con nuestras necesidades, es una buena lección a considerar.

Para quienes no pudieron visitar Design House, la plataforma de Design Week México 2020 tiene disponible un tour virtual por todos los espacios de esta casa dedicada a mostrar las tendencias en arquitectura y diseño de los creativos mexicanos.

Este fue el cuarto año consecutivo en que las bocinas Sonos llenaron con música las habitaciones de Design House.