El efecto positivo de agregar nuevos sabores a la rutina diaria

En estos últimos meses, nuestra casa se ha convertido en el escenario de múltiples actividades que antes realizábamos fuera de ella. Esto ha traído como consecuencia el establecer prácticas que faciliten la vida en pareja o la convivencia familiar y nos permitan cumplir con las labores profesionales o de estudio. Sin embargo, es muy fácil caer en los automatismos de la rutina diaria, lo que nos puede llevar al aburrimiento o al agotamiento mental.

Afortunadamente, evitar estos efectos negativos está en nuestras manos. De acuerdo a un estudio reciente*, nos sentimos más felices cuando agregamos variedad a nuestra rutina diaria, y es más factible que estemos abiertos a experiencias innovadoras si nos encontramos de buen humor. Los autores señalaron que, aunque las nuevas experiencias están ligadas generalmente a lugares específicos –viajar a una ciudad desconocida o visitar un parque temático-, durante este periodo de recogimiento voluntario, podemos lograr recompensas emocionales al retarnos a aprender algo diferente, exponernos a otras lecturas o proponernos descubrir nueva música.  

En coincidencia con este círculo virtuoso, según el estudio Brilliant Sound realizado por Sonos, ante momentos difíciles, 7 de cada 10 personas acuden a la música como una fuente de inspiración que les dé nuevas ideas. Además, el 90% de los participantes en el mismo estudio menciona que escuchar música los ha motivado a conocer nuevas culturas y el 57% comenta que los podcasts les despiertan el interés por viajar por el mundo.

Especialista en experiencias sensoriales, el chef Oswaldo Oliva sugiere que usemos el momento de la comida en casa para explorar nuevos sabores, aromas, imágenes o sonidos que estimulen los sentidos y compensen la carencia obligada del contacto físico.  

Sin conocerlo, el chef Oliva concuerda con el estudio, pues explica que cuando nos sentamos a la mesa –en casa o en un restaurante- es importante relajarnos y tener el deseo de explorar. “El comensal nos cede el control de su experiencia, y esta debe ser diferente, especial y memorable”, señala, mientras nos recuerda que ceder el control a quien prepara la comida, es lo que hacemos habitualmente en casa. Por lo que, en nuestro propio hogar podemos buscar nuevos ingredientes y elementos sensoriales para generar las experiencias que dejen a todos con un buen sabor de boca y motivados para continuar una cadena de positividad.

“Hoy elijo por ti, preparo la comida, escojo el vino y te comparto mi música. Es uno de los actos de afecto más bonitos que existen”, agrega el chef Oswaldo Oliva, creador de los restaurantes Alelí y Lorea, ubicados en Ciudad de México, en los que la música suena a través de las bocinas del sistema Sonos.

Sin duda, las sorpresas son fundamentales para dar un giro a la rutina. El chef Oliva revela que, para asombrar a los comensales que visitan Lorea después de la reapertura, ha instalado un gran comal artesanal al centro del restaurante. “Las personas buscan cosas muy distintas y nuestra misión es cambiar el estado de ánimo para que te sintonices en la dinámica que ofrecemos”, explica.

En casa, será muy sencillo improvisar un almuerzo al aire libre para recibir la Primavera y, con un poco más de esfuerzo, aprovechar una terraza o balcón para disfrutar de una noche de cine bajo las estrellas para celebrar San Valentín en pareja. Y, para quienes tengan la fortuna de vivir en el campo, una fogata con bombones definitivamente será una experiencia enriquecedora. En estos casos, una bocina portátil Sonos Move ofrecerá horas y horas de reproducción de un sonido brillante gracias a su batería recargable y sonará con la potencia suficiente para incluso escuchar los diálogos de  una película. La opción de conectividad WiFi y Bluetooth permitirá utilizar distintas fuentes de audio inalámbrico, mientras que su resistente diseño soportará el polvo del exterior o las salpicaduras de líquidos, como bebidas o condimentos.  

Un apapacho a la distancia

El estudio Brilliant Sound de Sonos también indica que la música tiene la virtud de ayudarnos a conectar con otras personas y a que nos sintamos más cerca de familiares o amigos. Con las canciones adecuadas y una buena comida integrada con “alimentos apapachadores”, como los califica el chef, una rutinaria tarde en casa puede transformarse en un momento para gozar en pareja o familia.

“Durante la pandemia, pensamos en ofrecer un menú especial para llevar a casa, con platillos pensados para compartir entre dos”, agrega Oswaldo Oliva al referirse a los especiales de fin de semana de Alelí. Platos muy coloridos, calientes y se disfrutan de forma relajada. “Hechos con el corazón y mucho cariño. Con la intención de sentirse como un abrazo”, finaliza Oswaldo.

*El estudio mencionado en el portal Healthline puede consultarse íntegro en la revista Nature.